sábado, 27 de julio de 2013

VACACIONES SIN VACACIONES

El islote del Fraile desde Calabardina
Para mí, desde hace al menos cuarenta años, vacaciones es sinónimo de Calabardina. Dejando aparte que Calabardina es algo que era y ya no es, sino un lugar masificado y ruidoso, significa para mí un lugar en el que el resto del año, quitando los fines de semana y la fiestas de fornicar, hay tranquilidad. Eso no quiere decir que sea un lugar sólo para mí. De tanto ruido, de tanta ordinariez y de tanta ignorancia me defiendo con sobriedad. Me recluyo en casa de mi santa y me voy a la tele -me sé de memoria todas las series- o a la estantería de mis libros ahora abandonados o a la cama, tratando de sumergirme en la verborrea del ventilador. Es donde mejor se está. ¿Por qué un señor con su coche debe pitar para que todos sepamos que llega? ¿Por qué una señora recién llegada sale al balcón a dar la noticia por el móvil a tirios y troyanos? ¿Por qué permiten que los vendedores ambulantes pregonen su mercancía por un altavoz? Y así, cien. Pero, es casi inevitable. Hay dos sentidos en este asunto: yo vivo aquí y llevo mi vida diaria con sus rutinas. Los que vienen de vacaciones vienen de vacaciones, o sea, a disfrutar en unos días todo lo que le aguante el cuerpo. Pero volverán aquello inmensos días solitarios en los que regresaremos los que ahora estamos ocultos esperando nuestro momento. Nos saludaremos e iremos a las pedanías altas a beber cerveza y a celebrar que ya se han acabado las vacaciones.

Jose´Luis Molina
Calabardina, 27 julio 2013

viernes, 26 de julio de 2013

SÓLO QUERÍA FELICITAR A MIS ANAS AMIGAS

Suelo de naranjos

Cuando los lobos llegaron, los pastores ya habían puesto dentro del corral el rebaño, aunque en él iban los buenos, los que debían salvarse, y los que mejor debían haberse quedado fuera porque su carne iba a ser más dura, menos apetitosa. Para saber cuáles son los buenos -de carne- y los malos -de hechos- sólo hay que mirar detrás de la oreja. Si tienen buenos principios, las orejas estarán gachas -cachas dicen en mi pueblo- el ángulo que dictamina la naturaleza; si tienen una pequeña verruga en el lóbulo izquierdo, esa carne será dañina, todo lo dañina que puede resultar una carne de cordero que se alimenta de hierba y se pasea por el ribazo. Si la oveja es de raza antigua y delicada, se pone debajo de los naranjos para dormir la siesta -del borrego- y salir perfumada del lugar. Si, además, las naranjas son las últimas y ya florecen los árboles vacíos, las chuletas del cordero salen con el aliento justo de la ternura. No es que las demás no vayan a salir buenas, que saldrán, pero las que yo adoro -y cualquiera- son esas que llevan la marca de la bondad. Porque, como escribe Descartes en sus Meditaciones metafísicas, "ya sé con certeza que soy, pero aún no sé con claridad qué soy; de suerte que, en adelante, preciso del mayor cuidado para no confundir imprudentemente otra cosa conmigo, y así no enturbiar ese conocimiento, que sostengo ser mas cierto y evidente que todos los que he tenido antes". Bien es verdad que sólo quería felicitar a mis Anas amigas: Ana Aquilino, Ana Ballester, Ana Eralucana, Ana de Calabardina, Ana, la esposa de Javier, Ana Emilia Martínez y alguna otra que se me ha ido en este instante de mi pobre cabeza olvidadiza.


José Luis Molina 
Calabardina, 26 de julio 2013

lunes, 22 de julio de 2013

UNA NUBE EN EL CIELO DE LA NECEDAD


¿Quién tiene la culpa si una nube aparece en el cielo y oculta el sol, es decir, la luz? Pues eso mismo sucede de cuando en cuando porque la vieja señora llamada envidia va buscando argumentos para sobresalir el que difunde los infundios a costa del "infundiado". Te bajo a ti para ponerme yo. Esto es tan viejo como el mundo. lo mejor, en estos casos, es no darse por aludido(s) sino buscar de nuevo el sol cuando pase la nube u ocultarse a su sombra hasta que pase. Y como cuando llueve, o te refugias o te mojas. Lo peor de todo esto es que no conduce a nada y te sucede siempre cuando no lo esperas y de quien no lo esperarías nunca. Si dijera o dijese algo de la "infundiadora" sería como ponerme en su lugar y comportarme como ella. Pero lo saben y de ello se apovechan. Pero a cada marranico le llega su San Martín.

José Luis Molina
Calabardina, 22 julio 2013

domingo, 21 de julio de 2013

MADRES MERCEDARIAS

Si no fuera porque es así, daría extrañeza. Así, al menos me sucedió a mí cuando leí madres mercenarias, mientras yo esperaba mercedarias. Sin embargo, son sinónimos. En libros del siglo XVIII, sólo podemos leer mercenarias y nada más lejos de la realidad. Esto viene a cuento porque estoy acabando de escribir una prolija historia de las mercedarias en Lorca, en plan divulgativo obedeciendo a unos criterios consensuados. Se trata de dar noticias sobre el convento, de 1515, y sobre el colegio, 1914. Así pues, son ya quinientos años de la presencia en Lorca de las monjas mercedarias. Los mercedarios llegaron a Lorca seguramente en 1266, siglo XIII. El libro tiene por objeto que sirva de consulta para la ejecución de unidades didácticas. Es parte de la historia de la ciudad. Así pues, si alguien de quienes me lean tienen fotografías, noticias o algo que decir sobre el convento o colegio, se pueden dirigir mi para recoger su colaboración y conversar con quien tenga la amabilidad de ilustrar, aunque sólo sean anécdotas, la estancia humana de las sores en el viejo convento de la calle de la Zapatería. Al colegio se entraba por la Cava. Yo estuve en ese colegio entre septiembre de 1947 y julio de 1949.

José Luis Molina
Calabardina, 21 de julio 2013.

sábado, 20 de julio de 2013

(PEN)ÚLTIMAS VOLUNTADES


Castillo Navarro cumplió el pasado día 18 de este mismo mes sus primeros 85 años y que Dios le dé larga vida y que cumpla muchos más. Siempre que hablo o escribo de Castillo Navarro, me refiero al escritor, puesto que un escritor es un personaje público. Si a eso se le añade la amistad, pues mejor. De lo que se trata es de explicar que un día cualquiera de hace muchos años, casi cuarenta, decidió dejar de publicar. Fue su (pen)última voluntad y sólo hemos hecho respetarla, porque fue su decisión. Pero aún vive, gracias a Dios, y, por eso, nuestra felicidad, que es (será) la suya. Espero que otros años más recuerde a los amigos que Castillo Navarro aún está entre nosotros. Un abrazo desde Calabardina.


José Luis Molina
Calabardina, 20 julio 2013