Frente a esta exuberancia de luz, de incendio del horizonte, de un azul celeste nunca previsto, de hace unos días, la tarde de hoy es todo lo contrario.
Son, sólo, las 17,05. Esta noche no hay más luz que la que arde. José Luis Molina Calabardina, 19 febrero 2013 Fotografías: José Luis Molina
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