sábado, 28 de julio de 2012

LÍDERES ECONÓMICOS NACIONALES Y NACIONALISTAS

Jura de Fernando IV en las Cortes de Valladolid (A. Gisbert)
Inicia el día el canto de los pájaros presos en sus jaulas. No sabe qué sea libertad. La libertad, además de cuanto la defina, es una entelequia, una utopía con apenas ejercicio diario. Aquí sólo son libres los que (des)gobiernan el mundo. Sólo hay que mirar la tele sin pensar mucho. Son dudas hamletianas, calderonianas, eso del ser o no ser o no sé para qué leche ha nacido el bruto y el hombre. Hasta Espronceda soñaba con la libertad, con el mar como patria. Ahora nuestra libertad radica en chillar y beber (la cerveza del que paga la publicidad) si gana el equipo y el vencedor alza la copa de los plebeyos que rugen como en el circo romano, feliz panem et circensem. Así crece el amor patrio en lugar de la sorpresa que causa ver, comprobar, cómo un grupo de ignorantes ha destruido el país, mi única patria, la mar. Y ahí los ves, graves, circunspectos, con barbas floridas o calvas recién afeitadas, como si no fuese con ellos, que sólo saben despejar balones y echar la culpa al anterior, que también la tiene, que aplican los principios escolares -no los estudios superiores- a la economía depauperada para mayor gloria del partido, políticos que estarían mejor en sus tertulias en lugar de buscar la desgracia a la pobre gente que, posiblemente, ni se (des)ahogan poniendo orejotas de asno a sus efigies ignorantes. El pueblo está por encima del partido que sólo es una oficina de empleo y por eso se apunta la gente, para progresar (in)adecuadamente: cuando no están los semáforos encendidos, la gente se organiza per se y circula mejor. Date cuenta, amable lector, que empecé por el canto de los pájaros, no quise iniciar la mañana hablando de la abundancia increíble de moscas y, ahora, sin buscarlo, pero, sin (re)huirlo, el subconsciente me ha jugado una pasada y, en lugar de poema, ha salido una patata "indignada". Deben los clubes anunciar ya el fichaje de la estrella futbolera del verano para distraer el personal, que la quiebra parece no interesar a quienes la van a sufrir o estamos sufriendo. Así no sabrán jamás, porque cada uno cuenta lo que quiere, que cuatro gentes que se ríen de nosotros están haciendo su agosto a costa de este país de inválidos mentales, sin agilidad política. Hay que aplicar, en situación como esta, política nacional, no de partido, ni partidista ni partidaria. Porque en el caso Bankia quizá haya filias y fobias entre el banco que estaba cerca del poder en la anterior legislatura y la banca que sea ahora la cercana al poder en esta legislatura, a buen entendedor. Pobres nos han dejado para una eternidad que durará el tiempo suficiente para darnos cuenta de nuestra pobreza y cómo esos cuatro (mil o millones, o sea, los ricos podridos o los podridos ricos) que se enriquecen a nuestra costa serán más ricos cuando hayan acabado con nuestro sueños domésticos. Sólo nos queda pedir que Dios reparta suertes y a quien Él se la dé San Pedro se la bendiga. No pagarán lo que han hecho, cínicos, ni en el infierno de los malos.

Calabardina 28 julio 2012
José Luis Molina Martínez


jueves, 26 de julio de 2012

JUAN PEDRO QUIÑONERO Y CUADERNOS HISPANOAMERICANOS (2)

JPQ entrevista a Alexander Solzhenitsyn (1975)
Cada vez que regreso a Lorca para tratar del imposible -momentáneamente- arreglo de la casa en la que habitaba en compañía de mi inestimable santa antes del terremoto, busco alguna cosa interesante para traerme a este rincón de la Calle Tranquila. Tengo muchos números, años seguidos, de Cuadernos Hispanoamericanos en mis estanterías. Busco a mi estimado amigo JPQ en el índice y, si veo su nombre, tomo el ejemplar y lo repaso ya en Calabardina. Así, en el nº 265-267 de julio-septiembre de 1972, aparece, en rigurosa exclusiva, el Capítulo II del libro de "aparición inmediata" Baroja: surrealismo, terror y transgresión. Poseo como joya inestimable un ejemplar del libro adquirido en una librería de viejo. 


El libro se publicó en 1974 y el aspecto de un fotogénico JPQ -la otra cara del espejo- era el siguiente:


Han transcurrido treinta y ocho años ya. 
Lo que sí me sorprendió entonces y me ha sorprendido ahora en la relectura del artículo es el que JPQ se pudiera ocupar del Galdós, lo hacía en la otra antípoda. La revista era un homenaje al novelista canario que ocupaba tres números, del 250 al 250, año 1971. Su artículo se titulaba Propuestas para una revisión galdosiana. Ocupaba las páginas siguientes: de 678 a 693. El artículo siguiente lo firmaba Carmen Bravo-Villasante, precisamente la persona que influyó para que me publicaran algún artículos en Cuadernos y me enviaran las revistas hasta hace unos años. Era director José Antonio Maravall y su redactor jefe era Félix Grande, con quien llegué a tener cierta amistad. JPQ haría bien en desempolvar este artículo que no ha perdido ni un ápice de su frescura intelectual a los cuarenta y un años de su publicación.


La doctrina que defiende JPQ es tan densa que es prácticamente irresumible por lo denso de su contenido y tan exacta exposición que eliminar alguna palabra o sustituir un concepto hace francamente imposible referenciar en su justeza su pensamiento y puesta en práctica literaria a que hacía referencia. Veamos, como aseveración, una cita: "En el principio fue el orden supremo hierático-representativo, valor de permanencia inequívoca: nuestra Catedral. Piedra y moral. Efigie y encarnación del orden, el sistema. El símbolo se desdobla como consecuencia de las necesidades de comunicación entre los hombres. El desdoblamiento forzosamente debe dar forma a una mutación simbólica que al mismo tiempo se convertirá en emisor de nuevos significados por la propia dialéctica estructural....". Es casi el final del estudio de la estructura del discurso galdosiano. Todo, en verdad, para especificar que "Galdós supedita siempre su discurso a su propia conciencia moral; el lenguaje está puesto al servicio de la ideología, perdiendo, por tanto, toda posibilidad de autonomía, de rebelión, de revuelta formal [...], de ahí el tono grisáceo que toma la prosa de Galdós, de ahí su monotonía aplastante, por la que el lector habitual siente una veneración sacrosanta, fenómeno que se observa incluso en determinado tipo de lectores avanzados políticamente, dado el respeto con que nuestra tradición cultural ha investido a Galdós, en una aureola de hombre fiero, revolucionario contumaz, hereje e iconoclasta, cuando debajo de ese oropel verbal se esconde un espíritu servil expresamente a las necesidades de la ortodoxia liberal de su tiempo". Eran, pues, otros tiempos vanguardistas, rompedores de una tradición que había colocado como modelos a personaje y modos de novelar ajenos a los intereses de una juventud que habían mantenido mucho tiempo en silencio y se había dado cuenta de que tenía voz propia. JPQ también se da cuenta del camino que recorría. Doctrinalmente llega a una conclusión: "La ausencia de una estructura de significación no figurativamente representativa en la obra de Galdós es la amenaza que se cierne sobre su obra, el periplo escindido en su propia autosuficiencia moral e histórica". Reconoce, por otro lado, que "dada la tosquedad y buena conciencia galdosianas, que gozan de tanto prestigio en este país, me era desagradable y malsonante, en cierto modo, practicar la necrofilia sin involucrar en mi propia defensa una figura que, estando manifiestamente poco emparentada en la condición humilde de mis antepasados, pudiera aportar con su bizarra presencia elementos purificadores en la desventura con que he practicado un deporte que hace del objeto un anagrama siempre irresoluto, y del practicante un estúpido y pretencioso galán de alta comedia, que va tejiendo a su alrededor un enredo del que no es responsable y del que el mismo autor o autores del drama son siempre un objeto de interrogantes". Pues para todo eso y más da este artículo que hay que leer entero. Puedo aseverar que por esas fechas JPQ ya había leído a Samuel Beckett, Robbe-Grille, Peter Weis, Philippe Solers, Thibaudeau, Jacques Roubeau, Le Clezio, Cortázar, Updike, Lezama Lima, Carlos Fuentes, Guillermo Cabrera Infante, Juan Benet, Unichiro Tanizaki, Edoardo Sanguinetti y un largo etcétera, porque, si no, no hubiera expuesto la posibilidad de unificar metodológicamente las diversas corrientes de novela experimental -contrapuestas todas a la novelística galdosiana-, y averiguar qué tienen en común esos autores citados. Denso, pues, el aparato doctrinal y el ideológico que muestra la posibilidad de conocer al JPQ de aquellos años interesantes y, sobre todo, jóvenes.
Calabardina, 26 julio 2012
José Luis Molina Martínez




lunes, 23 de julio de 2012

LEVANTAR CASTILLOS EN EL AIRE DE CALABARDINA

Seguramente es Rambla Helena (Foto: José Luis Molina)

Escojo temas para comentar y colgar en el blog y los dejo cerca del ordenador al que se le acumula el trabajo. Pero, poco a poco, y casi de manera inconsciente, se van quedando obsoletos o pierdo mi interés por ellos y no sé qué hacen allí libros, notas y otros materiales. Quizá proceda así para que la Calle Tranquila no sea un confesionario, una manifestación de un "indignado" con los demás y consigo mismo. Ayer me dijeron -después lo comprobé en el periódico- que los que fueran "tomaron" la poca playa de Calabardina útil y levantaron "castillos" en la sufridora, escasa y mala arena que queda en la playa. Los que se ponían en el lugar ocupado para tomar el sol al salir del baño, se sintieron felices, porque los paros, las huelgas, las manifestaciones, los recortes siempre van dirigidos CONTRA los ciudadanos que no tienen nada que ver con eso, o, es más, lo sufren y ellos, los pobres, me imagino, se sintieron solidarios con los castillos en el aire. Yo, como no bajé, no puedo dar las gracias a los que levantaron castillos en la arena. Como todo el que quiera sabe, cual si de un caracol que lleva su casa a cuestas se tratase, me recluyo en la casa de mi santa los meses de julio, agosto y los días de septiembre en los que aún permanecen los niños sin escuela, mis perendengues no salen de la atalaya de la calle (in)Tranquila -le causan inquietud los gritos desordenados de las personas que gritan como si se estuviesen peleando y luego son amigas, las motos, los coches, las partidas de parchís en las que se juegan el grito más bestial, que lo da el que gana-, en esta época de consumo y gritos: es lo único que recuerdo, gritos, voces altas, gritos, gritos. Se habla gritando. Yo, la verdad, no entiendo de nada porque no soy posmoderno a Dios gracias. Si no, gritaría también. Yo llevó aquí treinta y cinco años al menos. Mis hijos no gritaban, mis nietos gritan y gritan y gritan, sus gritos llegan hasta Murcia. Y algunos hasta la Alemania de la Merkel. Calabardina es un desastre de urbanización, pero, bueno, ya está. Pero entonces nadie levantó castillos en el aire en la arena de la rambla. Desde aquello de la central nuclear, todo el mundo de por allí y los ecologistas de por acá se han manifestado en contra de urbanizar aquella zona. Es obvio que, si se cumple la normativa vigente y se evitan situaciones desequilibradas, la Marina de Cope puede ser un lugar respetado y generador de puestos de trabajo que falta hace. No sé lo que contaminará el agua con los abonos y pesticidas de las plantaciones que contiene cuando llega al mar, los días que las ramblas arrasan con todo y llegan al mar que es el morir. Lo de desarrollo sostenible no sé lo que es, pero mola.
¿Hubo castillos de arena en el aire de Calabardina cuando se hizo la urbanización de la playa que está enfrente de la isla del Fraile, esa que tiene su entrada pasada la gran superficie de las prendas deportivas? ¿Se puede entrar en esa playa pública por el camino de acceso a la urbanización privada?


Urbanización de referencia. ¿Hubo protesta por esto? Fotografía de MHP.
No lo sé. Sólo son preguntas. O quizá, dos maneras de tratar el mismo problema en lugares distintos.
Únicamente pienso que por muchos castillos de arena asquerosa que se construyan en la playa común la autoridad competente no dejará de llevar a cabo una gestión que va a proporcionar riqueza (siempre para los mismos, unos pocos ricos podridos o ricos y podridos) y puestos de trabajo para quienes necesitan comer cuatro veces al día por vicio. Si te dicen que obstruyes la creación de puestos de trabajo ¿tú qué dices? Eso sí, me enteraré en dónde hay que firmar para evitar que aquello se desmadre y la carretera para llegar a la autopista Vera-Cartagena deje de ser un suplicio para los neumáticos y los amortiguadores de los coches de por aquí. El progreso te lleva por delante. Lo peor de esto es que los pelotazos se los llevaron quienes todos saben, al menos estuvieron sus nombres escritos mucho tiempo en la carretera nueva que va de Calabardina pasando por Cope a La Marina. Siempre que sucede algo de esto me acuerdo del cuento de Leopoldo Alas "Clarín", pero no de su título: el tren que iba a pasar por el prado, la vaca en el prado, el tendido eléctrico o del telégrafo en medio del prado, la vaca en el prado, digo, que, al sol, sólo hace sombra. Es difícil conciliar tantos intereses espirituales y materiales y los politizados, porque los que protestan son ecologistas y esos no son políticos, sino seres que se preocupan por la ecología y el medio ambiente a Dios gracias. Yo no veré, por edad, el final de esas obras, porque se harán. Preguntaré a mis hijos cómo queda todo eso, que yo creo que bien. Pero, antes, ¿por qué no protegen los protestantes de una puñetera vez el monte de Cope y lo cuidan y dejan vivir a las volátiles que en él anidan? Gracias. Con menos años, yo protestaría también para que ni las bicis ni las motos entraran en el espacio protegido. Sólo podrían pasar por él los senderistas -si no son luminosos- porque, normalmente, disfrutan de la naturaleza y la protegen, al menos sobre el papel. Y los buenos paseantes que también tienen derecho a una panorámica distinta. De nada.

Calabardina, 23 julio 2012
José Luis Molina Martínez

lunes, 9 de julio de 2012

DE MARITA ARCAS A GERARDO PIÑA: Evocación de al-Ándalus

Libro publicado por la National Hispanic Foundations for the Humanites (2004)
Para que nadie se llame a escándalo, las dos fotos de la portada pertenecen a Gerardo Piña Rosales. No acaban de ser resultonas quizá por el diseño de la portada, no por las fotos en sí. Yo tengo otra que me obsequió en Lorca que, lo prometo, algún día publicaré en este blog, si Dios quiere y la burra no se muere, como enseña el dicho popular loquino, porque posee otra plasticidad y es más creativa. Antes de otra cosa diré que Gerardo Piña Rosales es el Presidente de la Real Academia Norteamericana de la Lengua, con sede en Nueva York. Lo conocí en Lorca, cuando vino a impartir una conferencia dentro de la reunión que ALDEEU, Asociación de Licenciados y Doctores Españoles en Estados Unidos, tuvo en 2004. Desconozco si todos los años se reúnen en España o cambian de país, puesto que a partir de aquí le perdí la pista a la Asociación, no a alguno de sus componentes. Disertó sobre El teatro de Fernando Arrabal: de la grotescomanía al pánico. Más tarde, vino a recoger el Premio de Novela Corta CASINO DE LORCA. Aunque esta es otra historia que nada tiene que ver con la de ahora, también la podré contar en otra ocasión. Ya estoy en la edad de poner en solfa mis recuerdos porque la memoria se pierde. Son cosas que no estorban porque son anecdóticas y, sin embargo, reflejan la calidad de las personas. Y no tengo ningún amigo que no sea persona. De Marita Arcas no voy a decir nada nuevo porque, en tres meses, la tendré que presentar en la ceremonia de la entrega de los Elio. Será el 26 de octubre. Procuraré hacerlo como ella se merece, o sea, mejor que bien. Lo que interesa ahora es saber de qué trata este libro. Recoge once conferencias pronunciadas en el "Coloquio Internacional La civilización islámica en Al-Ándalus y los aspectos de tolerancia", que orgaizó el Centro de Estudios Andalusíes de la Universidad Mohammed V, de Rabat, y cuyas editoras son Fátima Tahtah, Marita Arcas Campoy y Maravillas Aguiar Aguilar. Si poseo el libro es porque me lo obsequió Marita Arcas en abril del 2005. Le puso una cariñosa o afectiva dedicatoria. Gerardo Piña Rosales diserta sobre GIBRALTAR, PUERTA Y LLAVE DE AL-ÁNDALUS. Su presencia se debe, junto a la invitación de la doctora Fátima Tahtah, a su vinculación con la tierra marroquí por su familia. Sigue discurriendo sobre sus vivencias en tierras de Gibraltar y expone su deseo de que se restablezcan los lazos de comprensión y diálogo entre españoles y marroquíes, pretensión intelectual o sentida por los intelectuales. Pero, si hoy atendemos a este nuestro amigo, se debe a que incluye en su disertación un poema de su propia autoría, "una sentida rubayatiana" titulada ODA A FARID AL-ATTRACH, que dice así:
Despertad, despertad durmientes, y escuchad
los jondos quejíos de Farid Al-Attrach,
los bordoneos de su plectro de ave:
Cuando los chacales desdeñen la sangre negra,
cuando el gavilán perdone a la trémula paloma,
cvuando el cedro solitario
destruya la monótona horizontalidad de la pradera,
volveremos a soñar, frente al Estrecho,
donde dos mares se hermanan y confunde.
Despertad, despertad durmientes, y escuchad
el melancólico cantar de Farid Al-Attrach.
Marita Arcas Campoy, junto a Maravillas Aguiar Aguilar, profesoras universitarias las dos de la Universidad de la Laguna, hacen su exposición sobre AL-MU'TAMID DE SEVILLA. CRÓNICA POÉTICA DE UNA VIDA Y UN REINO. Este tipo de discurso, por el grado de especialización que exige al que lo escribe y la dificultad de comprensión para el lector profano en la materia, está hecho para ser leído, cosa improbable para todos los que lean este blog, así que algo les diré yo. Adelanto que se trata de una exposición sobre la vida y más bien los amores de este gran poeta andalusí. Van a jugar con el significado de los nombres: AL-MU'TAMID significa "el confiado", e I'TIMAD, la mujer que más amó, "confianza". Aquella cultura de aquellos tiempos era más permisiva o tenía otras reglas porque su amigo Ibn Ammar, le acusa de haberlo sodomizado:
¿Recuerdas los días de nuestra juventud,
cuando brillabas como luna creciente?
Te abrazaba la cintura tierna,
bebía de la boca, agua clara.
Yo me contentaba con lo permitido,
pero tú querías aquello que no lo es.
Expondré a la vergüenza tu honor,
descubriré aquello que ocultas.
¡Oh gloria de la caballería!
Defendiste las aldeas,
pero violaste a las personas.
Pero tampoco hay que hacer muco caso del sentido literal: son cosas de poetas andalusíes de hace muchos siglos. 
No vamos a hablar de su participación en la toma de Murcia, pero sí vamos a conocer otro de sus poemas dedicados al amor:
En un sueño viniste a mi cama de amor.
Parecía que tu suave brazo me sirvió de almohada.
Parecía que me abrazasye, que sufrimos del amor
y desvelo.
Parecía que te besé los labios, la nuca, las mejillas,
y que logré mi propósito.
¡Por amor tuyo! Si no me visitara tu imagen nocturna,
jamás podría conocer el sabor soñoliento.
Aunque yo, en verdad, lo que espero son los versos de Abenhalaj -como lo escriben en Lorca- el bueno, porque del mismo nombre hay un par de poetas.

Calabardina, 9  julio 2012
José Luis Molina Martínez


jueves, 5 de julio de 2012

SAINT-EXUPÉRY



Pocas personas son capaces de decir que no han disfrutado con la lectura de Le Petit Prince (El Principito). No creo que fuera o fuese un libro escrito intencionadamente para los niños, sino que los jóvenes lectores se lo han apropiado por su interés, poesía y sentimientos, sin olvidar que despierta una sana emoción, que es de los que se trata, de formar espíritus sensibles y no calabazas totaneras. Tiempo ha que deseaba ocuparme de este escritor francés, Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), autor de otras obras interesantes de las que hoy quiero citar dos. La primera de ellas es Terre des hommes, de 1939. Y lo hago con la sana intención de provocar su lectura, porque su novela es un aprendizaje para la vida. Saint-Exupéry es un aviador que hace la ruta Toulouse-Dakar en 1926. Comienza la novela hablando de cosas de pilotos. Era el responsable del correo de África, pero, se encontraba mal preparado. España era pobre en refugios, en caso de accidente no podía buscar un campo de socorro. Recuerda a Guillaume y los trucos que le había enseñado. Por ejemplo: "Guillaume no me enseñaba España; él me hacía de España un amigo. No me hablaba de los ríos, ni los poblaciones, ni de las granjas agrícolas. No me hablaba de Guadix, sino de tres naranjos que, cerca de Guadix, rodean un campo". [...] "No me hablaba de Lorca, sino de una simple granja cerca de Lorca. De una granja viva. Y de su granjero. Y de su granjera. Y esta pareja cobraba, perdido en el espacio, a mil quinientos kilómetros de nosotros, una importancia desmesurada".


¡¡¡Vaya por Dios!!! Mira por dónde Saint-Exupéry conocía Lorca desde el espacio. Y así, Lorca se ha convertido en un lugar eterno, al menos mientras dure el libro. Me regaló este libro Jean Vincent Benavente, de padres lorquinos emigrados a Francia, que todos los años hacía un viaje a España con sus alumnos para aprender español. Lo tuvo que dejar: el nacionalismo excluyente catalán ponía sus letreros en su lengua o en inglés, y en Andalucía se hablaba -decía- muy mal castellano (pero buen andaluz), por lo que dejó de venir. Todo esto sucedía alrededor de 1988 ó 1989. Conservo el libro con esmero, como hago con casi todos. Vaya para él mi recuerdo.


Tras sufrir el escritor francés, en 1936, un accidente en el desierto de Libia, recibió del periódico L'Intransigeant el encargo de trasladarse a España, donde acababa de estallar la guerra (in)civil. Un sentido de vida recoge algunos de los artículos que escribió para ese periódico en Barcelona y Lérida en 1936. Otros artículos los escribió para Paris-Soir, en 1937, en Madrid.
Si se hacen con este libro, les recomiendo la lectura del artículo que lleva por título UNA GUERRA CIVIL NO ES UNA GUERRA, ES UNA ENFERMEDAD, que publica el 14 de agosto de 1936, ni a un mes siquiera de su inicio: "Estos hombres no se lanzan al asalto embriagados por el ardor de la conquista, sino que luchan sordamente contra una epidemia. Y, sin duda, en el campo contrario ocurre lo mismo. Esta lucha no consiste en expulsar a un enemigo del territorio, sino en curar un mal. Una fe nueva es parecida a la peste. Ataca desde el interior. Se propaga de modo invisible, y los de cada partido, en la calle, se sienten rodeados de apestados a los que no pueden reconocer". "Aquí pegan al hombre contra una pared y le hacen vomitar las entrañas sobre las piedras. Te han cogido. Te han fusilado. No pensabas como nosotros...".
Y una última consideración que quite un poco lo amargo de esa falta de respeto a la persona humana que era eliminada como si de nada se tratase: "Él es de izquierdas porque 'ama' las masas; y yo porque no las amo. Yo amo a la especie". Pues un respeto muy hondo por este piloto que despareció, seguramente abatido por un avión alemán, sobre el mar Tirreno, en 1943, año en el que Alfonsa de la Torre publica ÉGLOGA.

Calabardina, 5 de julio de 2012.
José Luis Molina Martínez

domingo, 1 de julio de 2012

NO ENCUENTRO LO QUE BUSCO, PERO SÍ OTRAS COSAS


Carme Riera

Estoy buscando un libro todo en árabe escrito por Marita Arcas que le publicó, si no recuerdo mal, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, simplemente por ojearlo, echarle un vistazo, u hojearlo, o sea, pasar sus hojas. No le he encontrado hasta ahora, porque los libros que me traje a Calabardina están muy desordenados y algunos ya en cajas. El sitio que hay para libros es el que hay. Así que, los demás van de un lado para otro, de una habitación a otra, porque hay que limpiar y estorban donde los ponga, como yo. Reconozco que la culpa es mía por seguir comprando libros que van a estorbar en la casa de la calle tranquila. Anoche estuve buscando de nuevo hasta las tantas y encontré algunos que a esa hora de la noche me decían cosas y hoy apenas recuerdo por qué los puse aparte. He abierto esta mañana, hace muy poco, el libro cuya portada reproduzco. En su página primera, encuentro una anotación de mi puño y letra: "Obsequio de la autora, 20 de marzo de 1989". Pues sí, he mantenido amistad con Carmen Riera -permítaseme que castellanice su nombre- durante años y he adquirido casi todos sus libros, es decir, hasta que dejaron si no de interesarme, porque escribe bien bellas historia, sí de emocionarme y seducirme. Muchas veces, los autores se repiten y escriben lo ya escrito, o forman parte de una promoción editorial, una vez adquirido renombre, porque sus libros se venden como rosquillas una vez conocida, o sus temas no van con mi estado de ánimo. Hay que escribir como se escribe, no para que la gente tenga una lectura cómoda y fácil. Le he escuchado conferencias y quiero decir que es -era- una mujer muy interesante que ya está situada. Pertenece a la Real Academia Española, que no es poco. Nació en Mallorca, en 1948, y en la isla ambientaba sus primeras novelas, en aquella guerras que provocaban las invasiones de piratas o ingleses que asolaban las islas, o en aquellas purgas inquisitoriales que servían para enviar judíos a la hoguera.  Me entusiasmaban esas novelas, como me sedujeron en su época Caballos hacia la noche, de Baltasar Porcel, o aquellas de Caballero Bonald tituladas Ágata ojo de gato (1974), Toda la noche oyeron pasar pájaros (1981), En la casa del padre (1988) y/o Campo de Agramante (1992), o la de Fernando Quiñones, La canción del pirata (1983). Licenciada y doctorada en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de Barcelona, es catedrática de Literatura Castellana en la misma. Escribe en catalán y castellano y es miembro de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana. Entre otros premios, ha obtenido el Nacional de Narrativa en 1995.  Tengo por ahí Te dejo, amor, el mar en prenda (1975), Pongo las gaviotas por testigo (1977) Una primavera para Domenico Guarini (1980) y Por persona interpuesta (1989). Tengo aquí en la Cala una ensayo sobre los poetas de la llamada "escuela de Barcelona" y, posiblemente, a causa de él, abandoné su lectura. Tengo en una mano el Gos Màgic y en la otra el diccionario catalán - español con el que me ayudo, situación casi obligada por desconocer el catalán y no aprenderlo por decreto. El libro cuya portada ilustra esta entrada pertenece a la mal llamada literatura infantil y no puedo dárselo a mis nietos porque bastante tienen con el francés, inglés y el alemán. Dice así...

Però Màgic era ben conscient (i aquell monument que el poble de Fosclluc li dedicava n'era la millor prova) que ja mai no podría tornar a bellugar-la... Això sí, no l'havía perduda en cap acció deshonrosa ni ningú, per mor de befa o escarni, s'hauría atrevir a tallar-la.
Pero Mágic era bien consciente (y aquel monumento que el pueblo de Fosclluc le dedicaba no era la mejor prueba) que ya nunca podría volver a moverla... Eso sí, no la había perdido en ninguna acción deshonrosa ni ninguno, por burla o escarnio, se habría atrevido a tallarla.
El cuento comenzaba antes, pero me he detenido en la primera página que ha aparecido tras abrir el libro de cualquier modo. El diccionario que uso es de la editorial Miracle y lo adquirí en 1986, en Figueras, lugar de Dalí y sus huevos cósmicos, Gala y los Piranesi que están -estaban- subiendo la escalera y era en donde me detenía para su contemplación. Jamás entendí que Las Cárceles del Alma (Carceri) estuviesen colocados en ese lugar pues, si el amante de la pintura o dibujo, se detenía, se interrumpía la subida con el consiguiente lío. Otro público iba a ver a Mae West o el coche del patio. Sin embargo, había muy buena pintura en el Museo de Dalí. Ya ha llovido un tiempo.

Mae West
Calabardina, 1 julio 2012
José Luis Molina Martínez