domingo, 1 de enero de 2017

LA SOLEDAD DE LOS MIRLOS DE ABRIL

















DEFINICIÓN DE CABARNA

Aquí mismo estaba Cabarna antes
de que yo la reinventara y mudara
de nombre y la hiciera ficción.
Siempre fue Calabardina, mediterránea
orilla azul, mar de mi reposo.
Cuando eliminé -dicho sin piedad-
cuanto había repudiable, según yo,
en mí, también mutilé lo innecesario
de su nombre y la bauticé,
por mi potestad de creador, CABARNA,
con agua de sal impoluta, trasparente.
La llené de aves a partir de marzo
y en ella anidaron mirlos, alcaravanes,
vencejos, golondrinas, alondras, totovías,
la llené de sueños mágicos con ruiseñores
y jilgueros y nubes de todas clases y niebla.
En su mar lavé mis culpas -¿ajenas?-
y ella me despojó, ejecutora propicia,
de mi silencio solitario, haciendo de esta
conjunción tierra de promisión en la que
habito mientras la fábula se hace mítica:
la abandonaré con mi voz antigua,
en algún lugar de mí, cuando exceda
mi materia convertida en nostalgia,
mientras Dios es único objeto de amor.
Si no está, hay una ausencia disfrazada.
Como cuando no te encuentro.

Foto: José Luis Molina

Sirva este poema para felicitar el Año Nuevo 2017

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