Josefa Ayala Ferreira o Josefa de Óbidos (1630-1684),
monja sevillana que pinta en esa localidad portuguesa
A la velocidad que va el calendario romano, es hora de adorar al Niño al que El Corte Inglés y el Mercadona le van a traer muchos regalos, entre otros más, como las petroleras y la banca. Y el Putin se los llevará a Siria y el Trump donde se le ponga, que no hay mayor tontería que creer que lo que dice un almendro es algo digno y, además, que mande en una nación hasta hace poco tan seria. Yo creo que Jesucristo inició hace ya más de veinte siglos su redención de los pobres, que parece no haber llegado a toda la tierra, para no ver este mundo con coletas despeinadas y con gente que no busca la paz, como el sátrapa Maduro, cuya presencia es aún un mal presagio, o como el recién incinerado, dicen, Fidel Castro que ahora vive in saecula saeculorum con su amigo Chavez también incinerado, ambos de infeliz memoria. ¿Por qué no aceptan lo que pide nuestra fe y sueltan a los presos políticos?
Aunque haya que callarse, porque hay que respetar a los que no respetan nuestra religión, aún no nos hemos quejado de que nos estén metiendo de nuevo, o nos hayan metido ya, en las catacumbas. Pero hay que hacerlo ya. Yo quiero Reyes Magos y no Calendario Chino ni dinosaurios suelto por los parques para niños.
Lo siento por vosotros, queridos amigos que me estáis leyendo, pero a mí me queda poco para ver tanta gilipollez que se canta y se cuenta como si fuera la verdad y saber que el laicismo sólo produce Carmenas y Colaus y Rufianes a los que hay que aguantar. Pero si eso es lo que quiere la gente que vota, pues, adelante, no pierdan el tiempo. A mí me quedan pocos años de vida. Pero iré diciendo cosas para dar la misma lata que a mí me dan. Es un tipo de intercambio cultural.
Esto es como el comportamiento educado que mantenemos con los catalanes separatistas, charnegos muchos de ellos y maltratados que fueron a su pesar, andaluces, murcianos y extremeños. Ahora se suman a los independentistas para borrar ese insulto que los traumatizó en su día. ¿Verdad que sí? ¿Por qué sus politicuatres nos ponen cara adusta cada vez que hablan de la puta España, como si nosotros tuviéramos la culpa de que ellos sean como son? ¿Por qué tengo que soportarles lo que parecen -y lo son- insultos? ¿Verdad, Tardá? Quizá no lo sean y resulta que los ellos -por no dar nombres- sólo se representan a sí mismos. Es feo el negocio, pero le pedimos al Niño que ilumine a los políticos para que la cosa quede en cosa. Y lo mío sólo es defensa personal, para que no me hagan la cobra.
Bueno, pues todo eso es lo que pido no suceda a ese Niño casi recién nacido. Los Reyes Magos deben traernos la ciencia suficiente para saber solucionar esa problemática a la que yo no he contribuido. Y todo porque no quiero meterme con los políticos que sólo buscan una bufanda para ganar mucho de la manera que sea. Sólo a ellos, no a todos. Porque todos no son iguales. Porque no son políticos sino gente que sólo busca lucrarse a pesar del sufrimiento de la gente. Espero -no lo creo- que el Niño Dios ayude a llevar con paciencia las cosas de nuestro prójimo. Amén. Que si no es una oración, lo siento, porque quiero que lo sea. Cada día necesita una oración. Y esta es la de hoy. La de ayer fue poesía.
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