martes, 18 de diciembre de 2012

¿CONOCES A PERE ROVIRA?


Pues resulta que yo no lo conocía. Pero, Fernando Cuadrado, mi amigo de Eralucana, tiene la rara habilidad de encontrar libros raros de gente rara en lugares raros. Eso de raro quiere decir no común, difícil de hallar. No sé cómo se las ingenia que siempre me procura el conocimiento de algún raro, marginado (per se o per accidens) o un ilustre minoritario que no ha recibido premio alguno que llevarse a la buchaca. Con Pere Rovira se puede aprender PARA QUÉ SIRVE LA SED. Parece una pregunta vana pero tiene toda la profundidad de un pozo. Es el poeta un ilustre que no parece pertenecer a la camarilla de turno o depender de la editorial de turno y, menos aún, de la escuela de enseñar a escribir de turno. Sin embargo, ha publicado algunos libros en catalán, algunos otros en castellano y algún que otro ensayo, no en vano se trata de un tarraconense que imparte clases de literatura en la Universidad de Lérida. Este libro que muestro es de 2001 y lo prologa quien debe conocerlo bien: Alfonso Sánchez. Es una antología bilingüe lo que le da más morbo al asunto de la lectura ahora que la cosa catalana está enfrente de la castellana, o al lado, según se mire. Muchas veces los políticos pueden romper hasta el lado humano de un poema, de un amigo, de un pueblo. Me lo cargué -el libro- de un tirón. Lo hice con un diccionario al lado porque lo leí primero en catalán y después disfruté del talento del traductor o poeta en castellano. Tengo un diccionario catalán-castellano desde mis primeras lecturas de Salvador Espríu, el más grande poeta catalán -marginado quizá por no nacionalista- de todos los tiempos presentes, los que yo he vivido, en mi modesta opinión.
Una muestra:

Ibn Ubada escriu als seus parents
COM el míser que roba menjar,
vaig robar-me la vida per ella.
Si la boca era vi que em besava,
i era un núvol de roses
el perfum del seu cos despullat,
si tenia deu déus a les mans,
¿què volieu que fes?... Se'm clavava
en el cor y plorava de fam,
com un nen, la vellesa:
he pagat el que val ser feliç.
Us regalo la casa, els jardins,
els cavalls, els tapissos i els llibres.
Tingueu pau i oblideu-me
Ha estat noble trair el meu destí.

Ibn Ubada escribe a sus parientes
COMO el mísero que hurta comida
me he robado la vida por ella.
Si era vino su boca al besarme,
y una nube de rosas
el olor de su cuerpo desnudo,
si tenía diez dioses en las manos,
¿qué queríais que hiciera?... Clavada
en mi pecho, lloraba de hambre
la vejez, como un niño:
he comprado mi felicidad.
Os regalo la casa, el jardín.
los caballos, los tapices, los libros.
Tened paz y olvidarme.
No es innoble engañar al destino.

Gracias Pere Rovira, gracias, Fernando Cuadrado. Seguiré buscando cosas de este poeta tan interesante.

José Luis Molina Martínez
Calabardina, 18 diciembre 2012




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