viernes, 14 de diciembre de 2012

TODAVÍA CON EL GRUPO INVISIBLE "ALMA": CARLOS SALOMÓN

Carlos Salomón por (c) CANO
(imagen encontrada en el blog Rincón del Náufrago, 23 junio 2005)

Carlos Salomón García (Madrid, 1923-Santander, 1955), es cofundador con Carlos Nieto, Enrique Sordo, Luis Reina, Marino Sánchez y Guillermo Ortiz de la revista santanderina PROEL (1944). Aparece como un poeta 'doliente', le han llamado "Anacreonte al revés", porque sólo "canta el dolor, la muerte, el deseo que alarga la mano y no llega a tocar...", por lo que es un poeta delicado y sensible, todo ello por una dolencia cardíaca que lo llevó a la tumba prematuramente. Escribe versos de arte menor profundos y sinceros: las cosas, para él, son casi pasado antes de vivirlas, porque no sabe si va a llegar a verlas. Sus poemas son sinceros y profundos.
La muerte
Tendido sobre la tierra
mirando las nubes altas,
el hombre, en silencio, escucha
el ruido de la guadaña.
La Muerte está cerca. Siega
las vidas que están cercanas,
los seres que al hombre amaron,
los otros que no le amaban.
A todos vence el filo
de la cuchilla. Dios manda.
Las horas pasan. El hombre
tras ellas vuelve la cara.
Tendido sobre la tierra,
escucha. Las horas pasan.
Y el hombre, en silencio, mira
sus manos atormentadas.
Publica varios libros antes de su muerte: La orilla (1951), La red (1951), Región luciente (1952) y Firmes alas transparentes (1952). En la actualidad se puede disponer de POESÍA (1951-1953), que recoge los tres primeros libros recientemente citados, libro recién llegado a mi biblioteca. También se dispone de su OBRA POÉTICA, de 2007, de la Asociación Cultural U.PE.CA., al cuidado de Elda Lavín.


Creo que, si publica en ALMA, se debe a la presencia en esta revista de su amigo santanderino Miguel Ángel Argumosa, de quien ya hemos hablado en la entrada correspondiente al sábado, 23 de noviembre de 2012, en este mismo blog.
La orilla
La vida pasa. Nuestras vidas
pasan. Son ríos que navegan.
El mundo va quedando atrás.
Quedan sus campos, sus aldeas;
se nos apartan de la orilla,
nuestra orilla es la que se aleja.
Vamos quedando atrás perdiendo
contorno, límite, existencia,
lo que fuimos y ya no somos,
lo que somos y no es apenas.
Ríos que van hacia la mar,
que es el morir. Ríos que llegan
junto a la mar y hunden sus aguas
en la orilla que los espera.

José Luis Molina Martínez
Calabardina, 14 diciembre 2012

NOTA: se agradecería cualquier noticia sobre la revista ALMA de Joséfina Romo.

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