miércoles, 16 de abril de 2014

TEMPLOS RELIGIOSOS ANTES, VISTOS POR PAGANOS AHORA

Ex-colegiata de San Patricio (Lorca)
En algunos templos antiguos, en ocasiones aparece una cúpula con un círculo sagrado por donde penetra la luz que produce un efecto religioso. No tienen que ser siempre templos católicos. Las gárgolas, posteriores, quedan alejadas con mensajes secretos sin descifrar porque no albergan inscripciones, como las que rodean la mencionada cúpula que sólo son  o pueden ser referentes cifrados de las pinturas que ornan las pechinas o alguna invocación al Dios de nuestros padres. Todos sabemos que ahora no dicen nada, que sólo son objetos a fotografiar por los turistas -turismo interior o del bestia de fuera del país, qué más da- que, democráticamente, pueden demostrar que, no iconoclastas aún, pero sí alfabetos en su sociedad de la incultura (no es un insulto, sino una teoría social actual, buscar en internet sociedad de la incultura), deambulan en torno a la nada como espectáculo a coleccionar. Desconocen su significado de templo o su orden arquitectónico. Son fotos que sólo van a servir para almacenarlas y ser vistas en una tertulia de amigos/as, en la que, al inicio, va a correr la cerveza y, al final, los cubatas. Así se reconstruye el viaje, se disfruta y se memoriza un arte que ha acompañado a occidente al menos desde Grecia.
Me siento pesaroso por el final del mundo humanista y el final de esas catedrales que fueron religiosas que tanto odio concitan y quieren eliminar quienes no señalo porque ellos ya lo saben y desarrollan como propuesta política o exigencia atea. Si digo que eso implica falta de respeto  por parte de los que piensan, como yo, de otra manera, me dirán fascista y pepero, sin serlo. Otros ven en la desaparición de nuestra religión la manera de que se imponga la suya menos tolerante que esta que vituperamos. Las quieren eliminar los que han sido educados en el humanismo. Nada ha hecho tanto daño a los estudios humanistas como el pacto de Bolonia, en la plena Italia tan artística, ponderada y religiosa. Ahora, sólo hay que producir. Y, cuando todo esté ya producido, no habrá lugar de contemplación. El mundo será entonces una pantalla de televisión en la que casi todo se podrá hacer. Para entonces no sé si ser hombre tendrá sentido. Y no habrá santiagos en la historia de la humanidad porque serán borrados de los libros y de los templos por los extremistas. Para entonces no viviré, afortunadamente. No hay nada peor que contemplar la muerte de la cosas con las que has vivido toda tu vida. Yo he sido humanista y practicado el humanismo desde que, en 1952, inicié mis estudios más tardíamente de  lo que yo hubiera querido.

Fachada de la catedral de Murcia (2010)


José Luis Molina
Calabardina 16 abril 2014.
Fotografías: J. L. M.

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