viernes, 8 de julio de 2011

MI CORAZÓN, MI TESORO Y MI ESTUDIO DE ELIODORO



Pues, apenas pasados unos segundos, ayer, tras colocar la entrada en el blog, me puso mi Amigo Fernando Cuadrado otro en el que me avisaba: el primero por la izquierda es don Idelfonso, que era el jefe de estudios y el terror de los pasillos del Instituto Ibañez Martín. Tenía una hija que me parecía guapa, entonces... Poco a poco, hilaba la vieja el copo. Quedan, pues, el tio majo y alto de la corbata y la chaqueta abierta y el último de la derecha. Han pasado nada más y nada menos que 48 años de esta foto. El más joven de los que queden con vida, tiene ya más de ochenta años.



Esta mañana he estado en Lorca a primera hora. He estado para darle un abrazo a Santos. Murió su padre hace algo más de veinte días y hoy han enterrado a su madre. Con el seísmo, ha perdido su casa. De aquí en adelante, todos los males que pase serán menores. Eso, es al menos, lo que le deseo..




Las tertulias antiguas tenían la virtud de juntar a una serie de hombres que se pasaban las horas muertas sin dar un palo al gua. Se hablaba de lo divino y de lo humano y, sobre todo, de mujeres. Hoy no he llegado a estar de tertulia con Fernando, porque mi interior me impelía a buscar el lugar en el que había dejado mi corazón y mi tesoro. Así que he regresado con urgencia para encontrármelos en el mismo lugar en el que los dejé (tesoro y corazón y el estudio de Eliodoro), cosa que puede ser un ripio o algo así:
tesoro,
corazón
y el estudio
de Eliodoro.
Menos el primer verso, los demás tienen cuatro, "pa que veas". Y mi tesoro y mi corazón y mi estudio de Eliodoro estaban en el balcón que da a la calle tranquila. Pues en ella sigo.




 Estas aleluyas se publicaron por los años 20 (del pasado siglo) en La tarde de Lorca.


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