miércoles, 13 de julio de 2011

A RESULTAS DEL SEÍSMO

Castillo de Lorca

1. 
Se hizo en esta tu casa un pacto no escrito pero sí hablado: jamás tomaríamos un disgusto por cuanto ha sucedido después del terremoto. El bloque familiar de Juan XXIII va a ir directo al suelo cuando lo determinen los técnicos. Ya he enterrado los restos de mis recuerdos más cercanos con los desperfectos que el sismo produjo en la última casa de mi morada antes de venirme a Calabardina: ocupan ahora mismo tres o cuatro bolsas enormes que están en medio de otras tantas habitaciones. Sé que es mucho más, pero eso lo dejo para cuando llegue septiembre, o dicho de otra manera, para cuando pase este calor africano que supera los límites permitidos para los mayores como yo.

Esta calle baja desde Selgas a la antigua Plaza de Abastos
2.
Al final de esta calle y a su izquierda, si mal no recuerdo, estaba la taberna de La Copón. Era la época del vino como terapia, pues hasta nos hacían en las casas torrijas con vino para que nos pusiésemos fuertes. En una época mala de salud, yo creo que era el hambre, que pasé cuando era un devoto estudiante en Murcia, para reponerme, mi madre me mandaba alguna que otra semana huevos con vino viejo. Viene esto a cuento porque cada uno debe hablar de su pueblo como si fuera la panacea. Y eso es lo que ansío, que no se olvide este dolorido pueblo. Porque, ahora, a los dos meses del desaguisado, hay que presenciar el derrumbe del edificio familiar, donde han crecido los hijos, donde tengo tantos y tantos recuerdos, vivencias, cosas mías que no voy a recoger porque ya están muertas. Pero Lorca debe seguir viva, sintiéndose viva. Porque en Lorca han sucedido muchas cosas que han formado y conformado su historia.




3.
En Lorca nació un hombre llamado Demetrio López Vargas, que se firmaba Demetrio, Asirio, Deloyvar y de algún otra manera, que dibujaba estas atractivas mujeres en revistas que no llegaban ni a eróticas. Entonces las llamaban sicalípticas. De este hombre he hablado en alguna que otra ocasión en este blog. Espero que en nuevas fechas le nazcan a Lorca hijos que sean gente destacaba en su trabajo y dedicación. Porque Lorca, que ha escapado de Saturno, ha de resurgir de sus cenizas como si fuera el Ave Fénix.



4.
Pero, en verdad, lo que yo quería decir esta tarde es que estuvo mi santa esposa con uno de sus hijos (y míos) para ver qué se llevaba cada uno de recuerdo principal. Así que, a su vuelta, me dice, mira lo que te traigo, y cojo un libro mediano, forrado con papel de embalar, titulado TABLAS DE LOGARITMOS Y TROGONOMÉTRICAS de la editorial Bruño, del año 1957, justo el año en que lo compré, 25 pesetas. Lleva mi firma por dos veces, y la dirección de entonces, de la casa de mi madre que también ahora queda tocada por la mano del sismo. Jamás me han gustado las matemáticas, no las "veía", me hacían llorar los profesores en la pizarra y así las aborrecí. Pero, como era muy cumplidor, me las estudié hasta este extremo, así como la Física y la Química, pero, cuando no me hicieron falta, las olvidé. Jamás he vuelto a coger un libro de estas materias. Pero la vida la cambia un terremoto. He dicho que el libro está forrado, pero, como no había fixo ni otras exquisiteces, sólo Pegamento IMEDIO, y manchaba mucho, se hacían unos dobleces que quedaban muy bien. En el 1961 hice mis oposiciones y jamás he vuelto a tocar este libro: hasta hace un par de días.

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