martes, 23 de agosto de 2011

LA SOCIEDAD DE LA IGNORANCIA Y OTROS ENSAYOS


Tiempo ha, en verdad como un año o por ahí, llegué a este texto por Internet
(www.infonomia.com/pdf /sociedad_de_la_ignorancia_es.pdf).
Inicié su lectura pero comprendí que requería una dedicación que, en aquel momento no podía concederle, por lo que decidí dejar para mejor ocasión su lectura atenta y profunda. Hoy doy noticia de ello y voy a procurar darles a conocer el prólogo por si les seduce su lectura. Sus conclusiones serán asombrosas cuando menos. La cosa merece un pequeño esfuerzo.

"Los ensayos de Antoni Brey, Daniel Innerarity y Gonçal Mayos recogidos en el presente volumen constituyen una síntesis lúcida de nuestro comporta­miento social como especie. La evolución exponencial de nuestros procesos de regulación energética, la aplicación técnica de los mismos, así como el crecimiento demográfico están produciendo una situación de incertidum­bre sobre nuestro futuro en el planeta. La hiperconexión que se produce como consecuencia de la socialización de la revolución científico-técnica nos hace incrementar la complejidad en los pro­cesos de relación social de especie, como nunca antes se había producido. La complejidad que ha emergido es un producto evolutivo y no se puede gestionar, en contra de lo que algunos especimenes humanos piensan; lo único que podemos hacer como Homo sapiens, para enfrentarnos al futuro, es trabajar para poder manejar la incertidumbre planteando escenarios hi­potéticos y aplicando modelos que, en cualquier caso, deberán contrastarse empíricamente. La tecnología y su socialización generan tensiones y divisiones en nuestras estructuras etológicas y culturales. No se ha producido, pues, una socia­lización efectiva del conocimiento y ello impide que caminemos hacia la sociedad del pensamiento, tal como deberíamos hacer. Por lo tanto, las dicotomías históricas continúan en pleno progreso y ni los expertos ni los eruditos ni tampoco los sabios tienen bastante capacidad para integrar la información de que disponemos. El individualismo debe dejar paso a la individualidad, es decir, las personas hemos de actuar no como especimenes, si no como constructores sociales, aportando de forma crítica nuestros conocimientos a la organización de la especie. Esto, por ahora, no es así, a pesar de la socialización de la cultura y de la educación. Actualmente, como dice Antoni Brey en su opúsculo, nos invade la sociedad de la ignorancia. A pesar de ello, soy optimista y mantengo la esperanza de que todo sea consecuencia del momento de transición en que nos hallamos inmersos, como una capítulo pasajero de nuestra travesía hacia una mejora ecológica y cultural de nuestra especie. Ahora bien, para que realmente lleguemos a este punto, debemos trabajar en la perspectiva de generar una nueva conciencia crítica de especie. So­lamente con una evolución responsable, construida a través del progreso consciente, podremos convertir conocimiento en pensamiento, alejándonos de este modo de la sociedad de la ignorancia. EUDALD CARBONELL ROURA"


Vengo a proponer sólo su lectura para que cualquier ego lastimado saque sus consecuencias. Pero, como no hay dos sin tres, propongo también que lean
es.paperblog.com/agoreros-trascendentales-la-sociedad-de-la-ignorancia-y-otros ensayos-6831
para que vean cómo se critica con la misma pobreza de argumentos que ellos ven en este ensayo de esos filósofos catalanes. Seguiremos en ello.



Sobre esto tengo yo hechos algunos que otros pensamientos desde que yo veía venir a dónde íbamos a llegar. Empezaron bajando los contenidos de los textos obligatorios hasta llegar a ESO, a donde estamos, cada vez con menos conocimientos, más ignorantes. Despersonalizados de este modo, preparada la gente sólo para ser peones o instalarse en la escala más baja del mil eurismo, provocados al consumo inmediato, caídos fatalmente en el mundo de los estimulantes y del aquí todo se tolera, el siguiente paso es ir como borregos al sitio del pesebre para mantener en el poder a quien les ha llevado a ello. Digo llevado porque yo ya estoy fuera de juego. Pero que no se me diga que no he dado mi opinión. Y no precisamente moralista. Después, que la gente haga lo que quiera. Como los chicos de 18 años que han fallecido en una fiesta con alcohol y drogas. Son los nuevos mártires de la iconología juvenil. Pero para mí es una lástima: no han llegado hasta donde debían llegar. Pues esos ya no disfrutarán más, si es lo que buscaban. Lo siento y muy mucho. Hay que decirle a la juventud que poco a poco hilaba la vieja el copo y que hace falta cierta madurez mental y afectiva para hacer según qué cosas.


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