Celia Viñas |
MALLORCA
Isla dormida anclada en esta esquina
del azul petulante y decidido,
en tu entraña callada y submarina
un esqueleto de navío herido.
Un latido de espumas te limita
randa cernida de un azul sereno
respira el mar y surges de su seno
isla desnuda, mármol, Afrodita.
Raíz oscura firmemente anclada
a una rota y lejana serranía
que bajo el mar esconde su agonía
y su estirpe de cima desgarrada.
Buzos de angustia, tus cansadas venas
rescatan tu follaje y tu verdura,
la estremecida flor de tu hermosura,
las cosechas más firmes y serenas.
Cuando mueras irán las olas
flotando por los siglos tus sonrisas
y en tu vacío buscarán las brisas
el muerto canto de tus caracolas.
(Azarbe, nº 10, 1947)
Calabardina, 28 noviembre 2012
José Luis Molina Martínez
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