viernes, 14 de marzo de 2014

Diario de una lectura. EL ENSAYO GENERAL, de ELEANOR CATTON. 4



Muchas cosas han pasado mientras he acabado de leer esta novela y no he podido escribir ni una línea sobre ella. No es una novela de sexo pero el sexo lo llena todo. Sobre todo una cierta tentación lesbiana entre parejas femeninas de variada edad. Se desprende una cierta sabiduría de la relación sexual digamos que académica, aprendida en las clases del Instituto, lo que, si bien facilita, el acto en sí, pierde la intriga de la 'conquista'. Se sabe que por imperativo hormonal se va al sexo de cabeza y se acepta. Si bien eso elimina problemas de represión, hace del acto en sí algo como que previsto. Es, pues, un sistema que genera ese sistema o al menos así lo expone Eleanor Catton. Son numerosos los personajes que desfilan mostrando sus ilusiones maternas o juveniles. El hecho en sí de una supuesta o cometida violación de un profesor con una alumna es rememorada en las conversaciones escolares, sobre todo con la profesora de saxo. Pero todo se renueva y purifica, si es que esto es posible, cuando se llega a la catarsis por medio de la representación teatral de cuanto había sido la comidilla escolar y familiar. Es una novela digna de leerse y una novelista digna de ser leída. No te deja indiferente. Se busca con impaciencia la continuidad de la problemática por medio del diálogo que sólo es la expresión de la problemática de la insatisfacción de los personajes.
Creo que con lo expuesto basta, porque descubrir más cosas es alicortar la novela. Hay que leerla y tratar de entender los argumentos afectivos tanto de los mayores como de los jóvenes. Son excesivamente maduras las conductas de los jóvenes. Quizá en estas ocasiones la autora debía haberse escondido algo más y no dejarse ver entre los personajes. Me gusta la novela. Claro que las novelas complejas con comportamientos afectivos desajustados que indican algo no resuelto, la necesidad de una relación o la expresión de esa necesidad son algo atrayente literariamente hablando.

José Luis Molina
Calabardina, 14 marzo 2016.

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