Estas son las primeras fotos que he podido hacer sin mucho éxito del cuadro que mi santa tuvo a bien elegir de los que había en la exposición [http://lacalletranquila.blogspot.com.es/2014/01/kontxa-escribano-pintora.html]. Me falta una que proporcione un plano general. Pero todo llegará. Es una constante en Kontxa buscar la complejidad del movimiento, una figura expresiva no una postura forzada. A partir de ya, debe desarrollar su mundo particular que, para los que la conocemos, es variopinto, dinámico y relacionado con elementos psicológicos. Nadie es quien para decirle a nadie, y menos a un pintor, pintora en este caso, lo que debe hacer. Y no lo hacemos, Dios me libre. En realidad, le vamos dictando por donde nosotros quisiéramos que fuese pictóricamente hablando. Pero no es así. Nos gusta su pintura y queremos que siga pintando y exponiendo. O sea, que nos gusta verla pintar, saber que pinta y qué pinta, y deseamos que en su exposición de Madrid la cosa le vaya bien. Madrid es una plaza exigente y hay que hacerles llegar el aura de Calabardina, el aroma de su mar, la serenidad de su paisaje, la realidad de su gente.
Calabardina, 8 marzo 2014
(c) Fotos J. L. M.
(c) Pintura de Kontxa Escribano, 1997.
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